Por: Israel López, gerente de producción de color, Xerox Mexicana
Las tecnologías digitales actuales automatizan los procesos clave en el aspecto de manejo de color, con lo que las imprentas pueden garantizar la calidad en casi cualquier tarea ¿Qué impresor no considera el color de óptima calidad como uno de los valores clave para el cliente? Ahondemos en el tema. Los estándares de calidad de color varían muchísimo de imprenta en imprenta, y de cliente en cliente. Por ejemplo, un director de arte va a pedir ver sus artes una y otra vez hasta quedar totalmente satisfecho, mientras que un cliente menos exigente seguramente quedará contento con su primera prueba de color.
Lo que bien es cierto es que el impresor que asegure calidad en cuanto al nivel de color, es quién podrá también satisfacer a los clientes más exigentes, y son los que calificarán para más trabajo después. Y a menudo, hablamos de trabajo muy lucrativo, como el de las grandes empresas que cuidan mucho sus colores corporativos en todos sus impresos, o las cadenas de franquicias que tienen que apegarse a un sistema de color consistente de distintas tecnologías y en distintas localidades, hasta los fotógrafos que nunca descuidan la fiel reproducción del color.
Hace una década, llegar a tener esa capacidad de control de color requería de artistas bien preparados que pasaban horas ajustando las imprentas y cuidando cascadas de hojas impresas, procesos que todavía se usan hoy en día. Pero las modernas imprentas digitales pueden automatizar muchos de estos pasos y atinarle con toda precisión al color, a la vez que ahorran tiempo y reducen el desperdicio para bajar costos.
La automatización del manejo de color
Muchos expertos recomiendan revisar la calibración de las imprentas antes de cada turno de ocho horas, así como refrescar los perfiles de salida cada dos a ocho semanas. Hablamos de que cada proceso toma de 15 a 30 minutos o incluso más, y eso hace que se vaya acumulando el tiempo muerto de las imprentas. Pero son acciones que se deben realizar con regularidad para mantener las estrictas tolerancias que pueden irse moviendo durante la operación de las imprentas debido a factores como la temperatura, la humedad, la mezcla de los tipos de trabajo, el volumen de hojas y entre otros.
La automatización no sólo reduce la necesidad de involucrar al personal, sino que también garantiza que las rutinas para manejar el color se realicen sin falta, o que no se omitan por volumen de trabajo o porque los operadores no estén capacitados. Sólo las imprentas digitales de Xerox automatizan los tres pasos principales en el proceso de manejo del color: calibración o ajuste de la imprenta; perfiles y concordancia de objetivos como el estándar GRACoL y atinarle a los colores simples o directos.
Las tareas de calibración y de perfiles adaptados según el destino, son pasos que realizan las tecnologías integradas a todas las imprentas digitales de hoja cortada de Xerox, ya sea en Xerox ACQS (sistema automatizado de calidad de color) o la amplia variedad de Xerox, donde aparte se ofrecen ajustes de calidad de imagen automatizados y de avanzada, como es el caso de los registros de frente hacia atrás.
Confianza con el color
La tecnología por sí sola no maneja color, es por eso que en Xerox contamos con el programa Confident Color que ofrece servicios de asesoría, desarrollo empresarial, soluciones para socios de negocio y recursos de personalización.
Laura Ambrozic, presidenta de Mimic Print & Media Services relata su experiencia, “el equipo de asesores de color de Xerox nos brindó el apoyo que necesitábamos, y la verdad es que no creo que exista otra organización consultora en el tema de administración de color que siquiera se le acerque a Xerox”.
A menudo el resultado final es la ventaja competitiva. David Laybourne, director general de REAL Digital International comparte que, “con la tinta seca maté, los equipos iGen4® EXP nos han permitido fortalecer nuestra delantera en el mercado, todo basado en un color de primer nivel. Con estas máquinas, tenemos la certeza de que la calidad del color va a ser la misma, ya sea en una hoja o en 50 mil, y la confianza que eso le da a nuestros clientes vale mucho”.
La automatización no elimina todo el trabajo que conlleva el manejo de color, pero sí hace posible que la tarea de manejo de color de baja tolerancia sea una oferta práctica para la mayoría de las imprentas, lo que a su vez les ayuda a ganar y retener más clientes y les abre las puertas a ser proveedores de trabajo con alta sensibilidad al tema de color, ambas buenas noticias para el mercado tan competido de hoy.