Como director del Centro de Investigación Palo Alto de Xerox (PARC, por sus siglas en inglés) durante la década de 1990, John Seely Brown estuvo a cargo de uno de los laboratorios de investigación más creativo de Silicon Valley. PARC inventó muchas de las tecnologías que definieron la computadora personal, como la interfaz gráfica con el usuario. Fue de donde Steve Jobs, en una visita en 1979, tomó las ideas que inspiraron la creación de Macintosh. "Se encuentran sobre una mina de oro. No puedo creer que Xerox no aproveche esto", señaló.
En la sede de Xerox de la costa este, eso no era tan evidente. Según Seely Brown, las ideas que surgían del laboratorio fueron rechazadas por los gerentes responsables de mantener el negocio establecido de la compañía.
El fracaso de Xerox para capitalizar sus propios inventos se volvió uno de los ejemplos más famosos de la industria. No fue fatal: Xerox todavía es una empresa viva y superó su primer siglo hace nueve años, pero perdió la oportunidad de convertirse en un líder de la nueva industria de computadoras personales.
Algunas viejas firmas de tecnología sobreviven por un tiempo sorprendentemente largo, pero pocas logran permanecer a la vanguardia, dice sir Michael Moritz, socio del capitalista de riesgo Sequoia y uno de los primeros patrocinadores de empresas como Yahoo! y Google.