Los más altos directivos de compañías como Dell, IBM y Xerox se reunieron la semana pasada en Washington, D.C., bajo los auspicios del Technology CEO Council, y advirtieron que la economía de los datos está amenazada por las preocupaciones por la seguridad, la privacidad y las políticas proteccionistas, las cuales podrían limitar el crecimiento del cómputo en nube y “balcanizar” Internet.
“Las mayores barreras que vemos no están en la ingeniería. Están en la regulación y el proteccionismo. En la falta de confianza, así como en las políticas y procedimientos”, afirmó la presidenta y CEO de Xerox Ursula Burns, quien también preside el Technology CEO Council.
“Una de las mayores preocupaciones que tenemos, y una de las razones por la que nos reunimos como grupo, es asegurar que podemos mantener el campo abierto a los avances, abierto a las posibilidades de esta nueva economía, y no lo cerremos”, añadió.
Al hablar de la “economía de los datos”, Burns y otros CEO del Council enviaron a los políticos un mensaje mixto. Por un lado, dijeron que la obtención de nuevas perspectivas significativas de amplios conjuntos de datos puede tener un impacto transformador en industrias y campos tales como la sanidad, que han sido lentas en adoptar nuevas tecnologías. Dell, por ejemplo, que es uno de los gigantes tecnológicos con presencia en el negocio del TI sanitario, mantiene un archivo de más de 7000 millones de imágenes médicas, agregadas en un conjunto de datos que puede explotarse para obtener patrones y análisis predictivos. “Se puede hacer muchísimo con todos estos datos que en el pasado estaban en silos”, señaló el CEO Michael Dell. “Estamos apenas rascando la superficie”.
Por otro lado, los directivos destacaron que la promesa esencial de la economía de los datos que Dell y otros vislumbran, descansa en el libre flujo de información entre sistemas distribuidos, y una base de confianza que hará que los usuarios compartan sus datos con los proveedores de servicio. Sin embargo, los líderes tecnológicos ven amenazas en ambos frentes. “Lo que podría ocurrir”, dijo Burns, “es que los gobiernos de todo el mundo encuentren la manera para restringir los datos, así como la portabilidad, la utilización y los movimientos de éstos, de forma que realmente limiten el potencial de esta nueva economía”.
Muchas firmas estadounidenses de servicios cloud denunciaron las políticas proteccionistas, que favorecen a los proveedores locales de servicios con requerimientos de almacenamiento o albergue local, o que restringen el tráfico de datos fuera de las fronteras.
En este sentido, los líderes tecnológicos coincidieron en que es necesario presionar contra estas propuestas y promover la libre circulación de datos en la política comercial de Estados Unidos. “Los países que tomen una posición proteccionista y digan ‘voy a proteger mis datos y asegurar que están seguros para mis propios objetivos políticos o económicos’, o por cualquier otra razón, realmente corren el riesgo de quedar aislados de los beneficios que trae la economía de datos”, aseveró Mark Durcan, CEO de Micron Technology. Las mayores amenazas
Las políticas proteccionistas de la nube, que surgen debido a las preocupaciones por el acceso a los registros digitales que proporciona la Ley Patriota (Patriot Act) al gobierno estadounidense, se han sumado a la estela de revelaciones de los programas de inteligencia revelados por el antiguo empleado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Edward Snowden. Las informaciones de Snowden han motivado la demanda de algunos líderes mundiales por un enfoque más global de Internet que pueda desplazar el poder de la californiana Internet Corporation for Assigned Names and Numbers (ICANN). Los líderes tecnológicos no quieren que la ONU sea responsable del gobierno de Internet. Pero otro problema de gestión de Internet tiene a los líderes tecnológicos más preocupados por el futuro de la economía de datos y la libertad de expresión online. Éste apunta hacia países con historial dudoso en libertad de Internet, como China y Rusia, que están creando sistemas de comunicación que cercenan la libertad online y limitan el acceso a la web global. Esas políticas, apoyadas por las iniciativas de trasladar más responsabilidades de gestión de Internet a las Naciones Unidas, podrían plantear una mayor amenaza a la economía de datos y a la libertad online que cualquiera de las iniciativas proteccionistas de países que tienen políticas liberales de Internet. “Eso no sería bueno para nadie en el mundo”, concluyó la presidenta y CEO de IBM, Virginia Rometty.